La Ley de Segunda Oportunidad es una herramienta legal que interviene para que particulares y autónomos puedan renegociar sus deudas o quitarse parte de ellas. Este mecanismo está creado para que las personas físicas tengan posibilidad de superar situaciones de grave insolvencia o quiebra.

El fin de esta ley es el de dar ayuda a las personas, que, por circunstancias determinadas, están pasando por un mal momento financiero. Estas personas ya podían recurrir a concursos de acreedores, pero este procedimiento es una herramienta que entiende también la situación del acreedor, pues intenta salvar el cobro en la media que fuera posible.

¿Qué significa un BEPI?

El Beneficio de Exoneración del Pasivo Insatisfecho, es un procedimiento por el cual permite a un deudor librarse de todas las deudas pendientes, públicas o privadas, así como cancelarlas por medio de un acuerdo extrajudicial de pagos.

Es importante saber que, si no se alcanza este acuerdo, aparecerá la figura del mediador concursal que declarará el concurso consecutivo del deudor. Por lo tanto, el BEPI permitirá la cancelación de las deudas que se consideren como impagables al no poseer suficiente patrimonio.

Las condiciones necesarias para poder acceder a este beneficio de exoneración (BEPI), son:
Que el deudor sea una persona física (incluye tanto particulares como autónomos)
Que exista buena fe del deudor, según lo que dispone la Ley Concursal.

¿Qué es ser un deudor de mala fe?

Ser deudor de buena fe es uno de los requisitos necesarios para acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad. Se considera deudor de mala fe a aquel que haya cometido ciertas acciones durante los años anteriores al procedimiento o durante el mismo.

Estas acciones significarán para la justicia, que el deudor es el culpable y responsable de su endeudamiento, siéndole negado el perdón de las deudas. Son el juez el y el administrador concursal, los que determinan si el proceso se desarrolla de acuerdo con la normativa.

Malas prácticas que hacen a un deudor de mala fe

El haber sido condenado por sentencia firme en los diez años anteriores por alguna de estas cosas: delito contra el patrimonio, contra Hacienda y la Seguridad Social, contra el orden socioeconómico, los derechos de los trabajadores o de falsedad documental.

El haberse desecho el deudor de su patrimonio de manera fraudulenta en los dos años anteriores o haber puesto a nombre de otra persona su vivienda o vehículo para evitar ser embargado. También el haberse acogido a Ley de Segunda Oportunidad en los 10 años anteriores, o haber rechazado una oferta de trabajo adecuada para él en los últimos 4.

Consecuencias de ser un deudor de mala fe

La consecuencia más importante de ser un deudor de mala fe es la de que el juez no perdonará las deudas de este. Si la acusación de mala fe es consecuencia de haber sido calificado de culpable en el concurso de acreedores, el deudor continuará debiendo el dinero que no haya sido capaz de devolver, teniendo que asumirlas con los bienes presentes y futuros.

¿Qué es un alzamiento de bienes?

Se trata de un delito socioeconómico consistente en que el deudor sustrae todo el patrimonio o parte del él, creando dificultades para que los acreedores puedan cobrar. El objetivo del deudor es el de frustrar las expectativas de cobrar del acreedor mediante la disminución o anulación de su propio patrimonio.

Si el deudor oculta la titularidad de sus bienes con el objetivo de no hacer frente a sus deudas es cuando se comete el alzamiento de bienes. Este se consuma cuando el deudor se coloca en situación de insolvencia.