A veces las personas pasamos por baches financieros temporales que no nos permiten afrontar las deudas, viendo cómo estas se acumulan, mientras los ingresos no llegan. Es entonces cuando intentamos encontrar una solución que nos pueda ayudar en esta situación. Afortunadamente existen algunas herramientas para ello. 

La Ley de la Segunda Oportunidad

Se trata de un instrumento legal muy útil, cuyo fin es el de ofrecer la posibilidad a cualquier persona física de exonerar o cancelar sus deudas, y que les permita superar esa situación de quiebra o insolvencia grave. El Gobierno Español aprobó esta ley en 2015 y ha permitido a muchas personas rehacer sus vidas sin cargas económicas.

La Ley de Segunda Oportunidad está disponible para particulares y autónomos y es el equivalente a los procesos concursales y de bancarrota en empresas. Aunque en España, a pesar de tener ya siete años, es una ley relativamente desconocida, en Estados Unidos y Europa se viene aplicando con éxito desde hace mucho tiempo.

¿Cómo funciona la Ley de Segunda Oportunidad?

Lo primero es asegurarse que se cumplen los requisitos para poder a cogerse a la ley:
Ha de haber una justificación que demuestre que la persona deudora carece del patrimonio suficiente para afrontar el montante adeudado.
Que la cantidad total de la deuda no sea superior a los cinco millones de euros.

Que las deudas que se han contraído se hayan acumulado actuando de buena fe y que se haya intentado previamente alcanzar un acuerdo extrajudicial de liquidar deudas con los acreedores. Tampoco podrá el deudor tener condenas por delitos económicos y que no haya sido declarada culpable en algún concurso de acreedores.

¿Cómo cancelar la deuda con la hipoteca?

En los casos en los que el deudor no puede afrontar el pago de la hipoteca, puede acogerse a llamada “dación en pago”, que implica entregar algún bien a cambio.
En el caso de hipotecas inmobiliarias, el bien que se entrega es el inmueble para el cual se solicitó la financiación.

De este modo, la persona que lo solicita no continúa acumulando impagos y frena la acumulación de intereses, evitando la ejecución inmobiliaria. Hay que recordar que también implica puntos negativos, como el de imposibilitar el acceso a una futura financiación con esa entidad o el de encontrarse con requisitos más exigentes.

Cancelar deudas mediante concurso de acreedores

Si una empresa se ve en la necesidad de sufrir una cancelación de deuda por parte de sus acreedores, una de las herramientas a su disposición es la del concurso de acreedores. La empresa deudora se verá obligada a probar su imposibilidad de afrontar sus pagos de créditos, de Hacienda o de la Seguridad Social.

Existen dos maneras de pedir acogerse al concurso de acreedores:

  • La persona física acreedora lo solicita voluntariamente ante riesgo de quiebra.
  • Los acreedores, de modo forzado, son los que solicitan el concurso, para que finalmente sea un juez quien tramite y acepte o rechace dicho concurso.

Cancelar deudas con capital privado

Los préstamos de capital privado son otra de las herramientas a las que pueden acogerse las personas con problemas de liquidez. Existen por ejemplo prestamistas online que ofrecen microcréditos y otros que asumen deudas de hasta 50.000€. 

Hemos de tener en cuenta que, en muchos de estos casos, los intereses pueden ser aún mayores a los que cobraría un banco, ya que el prestamista corre más riesgos al hacer préstamos a personas con perfiles menos solventes y comprobados.

Cuando los préstamos son altos tanto en cantidad como en tiempo de amortización, lo que los prestamistas acostumbran a hacer es solicitar como garantía y aval, propiedades inmobiliarias libres de cargas.